Las Bendiciones Del Creyente

He leído de cierto pintor que, al querer expresar el dolor de un padre afligido, pensó que lo mejor era presentarlo con el rostro cubierto, para que así pudiera imaginarse ese dolor, que él mismo se vio incapaz de expresar en su totalidad. Sé que no soy capaz de expresar su gran pena y dolor por la pérdida de tal esposa, de tal hijo, de tal hermana, etc., y desearía que esta pieza, que se presenta para satisfacer su importunidad, no haga sangrar de nuevo la herida. Sin embargo, si lo hace, agradézcanse a sí mismos, no me culpen a mí. "El dolor piadoso trae el arrepentimiento que lleva a la salvación y no deja remordimientos, pero el dolor mundano trae la muerte". 2 Corintios. 7:10

Deseo de todo corazón que todos los que se preocupan por esta triste pérdida, se ocupen más de pensar en el feliz intercambio que ella ha hecho, que en su pérdida actual. Ella ha cambiado la tierra por el cielo, un desierto por un paraíso, una prisión por un palacio, una casa hecha con manos por una eterna en los cielos. 2 Corintios. 5:1-2. Ha cambiado la imperfección por la perfección, los suspiros por los cantos, los lamentos por los regocijos, las oraciones por las alabanzas, la sociedad de los mortales pecadores por la compañía de Dios, de Cristo, de los ángeles y de los espíritus de los justos perfeccionados, Hebreos. 12:22-24; un disfrute imperfecto y transitorio de Dios por un disfrute más claro, pleno, perfecto y permanente de Dios. Ha cambiado el dolor por la facilidad, la enfermedad por la salud, un lecho de debilidad por un lecho de especias, una bendición completa. Ha cambiado el bronce por la plata, los centavos por el oro, y los placeres terrenales por los celestiales.