La opinión predominante es que la esclavitud ha quedado relegada a los anales de la historia, pero los efectos de esta odiosa barbarie, principalmente contra el pueblo africano, se manifiestan hasta bien entrado el siglo XXI. Desde su abolición formal en 1863, ha asumido un rostro más insidioso, en forma de esclavitud “renovada”. La globalización, a través de la dominación de las fuerzas de producción por parte de cárteles multinacionales, representa una nueva forma de esclavitud. Allamah Rizvi vuelve a abordar esta cuestión polémica de la esclavitud y la define en su contexto adecuado.