El rey Azrael tenía que hacer esfuerzos para resistirse a la tentación de probar las bellas curvas de Molly, y el deseo se volvió insoportable cuando una tormenta de arena los obligó a pasar una noche en el desierto.
Decidido a proteger la reputación de Molly, a Azrael se le ocurrió la idea de decir que se habían casado en secreto, sin saber que su declaración era legalmente vinculante. Molly se acababa de convertir en reina de Djalia.