Hacía mucho que Sophie Baldwin no creía en fantasías, ni siquiera estaba segura de creer aún en el amor. Hasta que apareció en su puerta un guapo desconocido y se la llevó a un exótico reino.
Luc Lejardin tenía la misión de llevar a Sophie a St. Michel, donde debía ocupar su lugar en la realeza francesa. Como primera en la línea de sucesión al trono, Sophie necesitaba su protección permanentemente, pero vigilarla iba a ser una misión mucho más difícil de lo que parecía a simple vista. ¿Cómo iba a pensar en el trabajo cuando lo único que quería era estrechar a la hermosa princesa en sus brazos?