Gil Vicente (1465-1536?) fue el primer gran dramaturgo portugués. Es considerado el padre del teatro portugués, y también del teatro español, ya que también escribió en castellano. La obra vicentina está considerada como reflejo del cambio de los tiempos y el paso de la Edad Media al Renacimiento, haciéndose el balance de una época en la que las jerarquías y el orden social eran regidos por reglas inflexibles, hacia una nueva sociedad donde se comienza (muy vagamente, claro, y apenas en su vertiente teatral) a subvertir el orden instituido, que es cuestionado. Fue, de hecho, el principal representante de la literatura renacentista portuguesa, anterior a Camoens, incorporando elementos populares en su escritura que influenció, por sí misma, la cultura popular portuguesa. Esta edición, inédita hasta ahora en castellano ha sido traducida al castellano por Manuel Calderón Calderón.