Entonces encontró el lugar perfecto para ella y su futuro hijo y algo que no esperaba: una sorprendente atracción por su guapísimo casero.
Desde el momento en que Lauren se mudó a aquella casita de su propiedad, Gavin O'Donnell sintió un increíble instinto de protección hacia ella. Pero a medida que se acercaba la fecha del parto, aquella mujer tan independiente despertó en él algo más: el deseo de ser padre.