comunidad de coronavirus, narrada por una escritora devenida en cronista.
Los personajes —virusitos—tienen entre sí lazos familiares comunes a los humanos y experimentan emociones parecidas a las nuestras.
Hasta podrían llegar a enternecer a algunos lectores desprevenidos. Pero, no hay que dejarse engañar: ¡Los virusitos son malos...muy malos!