La Biblia de Henoc: Los Manuscritos del Profeta Enoc

Frederick Guttmann · AI-narrated by Luis (from Google)
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13 hr 53 min
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El profeta y escriba Janoj es un importante personaje de la historia, no solo hebrea, siendo como locutor y escriba que dejó constancia del ordenamiento cósmico, explicando misterios tanto en la Tierra como de fuera de ella. Conocido como Enoc, Henoc, Henoch, Janok o Hanoc, su nombre original hebreo se escribe con las letras Jet, Nun, Vav y Caf, significando “tranquilo” o “plácido”. Este apelativo se asocia a la forma Janun (clemente, misericordioso). Aunque a lo largo de la Biblia se menciona a tres Janoj, Génesis 5:18-24 habla de las genealogías de Adam, donde entra este individuo, como hijo de Yared (Jared) y padre de varios vástagos, entre los que destaca Metushelaj (Matusalén). A pesar de que varios de estos manuscritos de su autoría fueron rescatados solo en la Biblia Etíope, se sabe de Janoj por otras fuentes.

¿Quién fue Janoj? Fue un escriba proto-hebreo, hijo de Yared, hijo de Mahalaleel, hijo de Kainán, hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adam (Adán), o sea, el séptimo después de Adam. Redactó gran cantidad de libros, según él mismo expresa, y otros mandó a escribir a sus descendientes, y los legó a sus hijos para que ellos los pasasen de generación en generación. De entre estos he intentado compilar lo más posible, y procurado traducir literalemente del hebreo lo relevante, como por ejemplo, versículos fáciles de ser mal interpretados. Todo esto lo he hecho para hacer más cómodo el estudio de este fabuloso contenido que nos ha sido dado.

Así como su bisnieto Noaj (Noé), Janoj «caminó con los Elohim», pero tras un primer viaje, volvió por un año a entregar su conocimiento, y finalmente fue llevado al “cielo” vivo, físicamente (Hebreos 11:5). Después de él, otra escena similar tuvo lugar con el profeta tisbita Elías. Estos dos han mostrado representar los dos olivos que vendrán durante el reinado de la Bestia (Zacarías 4:3-14 y Apocalipsis 11:3-13). En el Evangelio de Valentín, Ihoshua (Jesús) refiere cómo le dio a Henoc los libros de los misterios para que quedasen registrados como constancia de la actividad de los ángeles y sus servicios, así como de los misterios que tienen lugar en la Creación.

Antes del compendio bíblico que se realizó en Europa por los gentiles, los judíos ya tenían su canon organizado. Dependiendo de ciertos criterios, o intereses creados, dejaron unos y omitieron otros. Sobre el año 100 d. C. , los judíos quitaron el libro de Henoc de sus registros oficiales, dado que era enteramente “mesiánico”, demostrando por sus revelaciones que de quien hablaba correspondía con el Jesús que sus líderes habían mandado a asesinar. Dada la guerra de la élite judía

religiosa aristócrata por eliminar las menciones sobre Ihoshua (Jesús) como Hijo de Dios, Mesías, profeta o Enviado, éste y muchos apartes han sido suprimidos a lo largo de los siglos y ya desde muy temprano. Así bien, para los servidores del Cristo, el libro de Henoc era parte preciada de su literatura espiritual, como deja claro Judas 1:9-15 al traer a colación el pasaje 1:9 de 1ª de Henoc.

Tras una dedicación a la recopilación de los escritos del profeta Janoj pongo a disposición de los interesados lo que he podido conseguir. Con la ayuda de la versión hebrea de la Biblioteca de Jerusalén (posiblemente copiados del griego), he trabajado algunos años en traducir, mejorar y ensanchar el contenido del que he podido disponer. El Primer Libro de Henoc, que contiene 6 manuscritos, entre los que se incluyen uno de Metusheaj y otro de Noaj (Noé), han sido muy popularizados desde hace décadas, no así con los Secretos de Henoc, que es el Segundo Libro de Henoc, del cual se había hallado sólo en eslavo. Posteriormente se descubrieron fragmentos griegos y una versión deteriorada en arameo en las cuevas del Qumran.

Existen varias versiones del primer compendio de sus libros, y dado que he tenido la oportunidad de poseer el texto hebreo, he corregido las partes más significativas. Sobre el segundo compendio, no tan fácil de conseguir, he hecho otra revisión de partes significativas a la luz del texto hebreo. Con respecto del Tercer Libro de Henoc, que fue posterior, se trata de un manuscrito pseudoepígrafe judío que se cree que data del siglo V, y que consiste en una visión del rabino Ismael. Todo este libro no es una fiel traducción de los originales ni es todo lo que hay sobre el profeta, mas es lo que he podido conseguir y aportar. El texto en mención está desarrollado, no a manera de lectura didáctica, sino para estudio. Existen partes donde las traducciones han sido difíciles o dudosas, en todo caso he dejado en paréntesis algunas palabras hebreas originales y otras veces las dos versiones citadas.

Tiempo después agregué otra sección que llamé ‘Cuarta de Henoc’, que consiste en un compendio realizando por una orden secreta en Latinoamérica. Finalmente, a principios de 2021, me topé con las ‘Profecías de Henoch’, que entiendo que se trata de una serie de vaticinios que realizó el profeta sobre la Gran Tribulación, pero debido a posibles pérdidas del original fueron reenviadas por los ángeles al contactado suizo Billy Meier en febrero de 1987, y explicadas en lenguaje moderno.

Espero que este compendio os sirva para investigación, edificación y para redargüir sobre la palabra revelada. Ciertas definiciones de origen griego, como “ángel” han sido dejadas en su definición original hebrea (Malaj), dado que ángel es un concepto de la mitología helena que

difiere de los malajím (mensajeros, soldado, trabajador) de la Escrituras. Otras definiciones que tienen variadas traducciones las he dejado de manera genérica en una forma comprensible al lector. Por ejemplo, Adamáh y Aretz son vocablos distintos sobre ‘la Tierra’, pero ambas son traducidas como “Tierra”, de modo que para evitar esto y mejorar el trabajo de estudio los he dejado en hebreo. Lo mismo he hecho con Rakia y Shamaim, que son distintas, pero se traducen como “Cielo” o “cielos”. Asimismo, en lugar de Jehová, Jeü o Yavé he usado mayoritariamente la forma Iaheveh (aunque en algunas ocasiones suelo aplicar el uso del término Iahoh).

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Henoc fue un escriba proto-hebreo, ancestro del bíblico Noé.

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