Con un texto elaborado en prosa poética, "Noches blancas” podría definirse como una tragedia narrada por un soñador. Dostoievski, desde su personal visión sentimental, reflexiva e irónica, dibuja en esta novela una serie de cuadros de la ciudad de San Petersburgo en los que, ensueño y realidad se confunden como proyecciones de la ardiente imaginación de un soñador. Queda patente la destreza del autor para profundizar en el ser de sus personajes, alejarse de lo moral y dejar al descubierto que el alma de los hombres está llena de claroscuros.