Los cuatro hijos del matrimonio Mazzini-Ferraz sufren de retraso mental a causa de una meningitis. Lo único que saben hacer es imitar, motivo que trae de cabeza a sus padres. Al cuarto intento de tener un hijo (su tercer intento dio como fruto mellizos), tienen la dicha de que la niña crece sana y salva. Los padres pierden todo interés por sus cuatro hijos mayores, pues toda su atención se concentra en la pequeña criatura.