La Presencia Protectora

En tiempos de crisis, especialmente en tiempos de guerra, muchos buscan consuelo y fuerza en las palabras religiosas, encontrando en ellas un refugio seguro. El mensaje central de este texto es que todos llevamos dentro la Luz divina, una fuerza protectora que ilumina y sostiene la vida, proporcionando seguridad incluso en medio del caos. Esta Luz es la verdadera vida, inmortal y eterna, y la conexión espiritual con lo divino ofrece un camino hacia una existencia más noble, más allá de los placeres efímeros que ofrece el mundo.  

En tiempos de conflicto, uno puede darse cuenta de que la guerra, por trágica que sea, tiene el potencial de revelar la gloria de Dios, cuya intervención puede promover victorias espirituales que trasciendan la violencia. La vida humana es una chispa de Luz divina, inmutable e indestructible. La oración y la conexión con Dios son, por tanto, fuentes de protección y apoyo, especialmente en los momentos más peligrosos. Quien recurre a la oración sincera y a la fe encuentra la fuerza para protegerse a sí mismo y a los demás, incluso a los soldados en combate, invocando la presencia divina para traer seguridad a sus seres queridos.  

Se destaca el poder del Amor, verdadera arma en las batallas de la vida, capaz de vencer el mal, el odio y la violencia. Cuando el hombre conecta con la conciencia divina, adquiere la capacidad de interceder incluso entre enemigos, promoviendo la paz. El coraje nace de la realización de la inmortalidad divina, y se ejemplifica en la historia de figuras que han sobrevivido a grandes desafíos gracias a su fe. La conciencia espiritual protege a los más vulnerables, permitiéndoles superar incluso los mayores peligros. La muerte, vista desde una perspectiva espiritual, no es un fin, sino una ilusión que hay que superar mediante la oración y la fe.  

El libro también describe un innovador método de oración desarrollado para proteger a los soldados, basado en la fe y el pensamiento correcto. Este método ha dado resultados extraordinarios, protegiendo a regimientos enteros de enfrentamientos violentos, con informes de soldados que escaparon ilesos, a pesar de que todos a su alrededor fueron alcanzados. La protección divina, combinada con la ausencia de odio y venganza, transforma incluso las situaciones más hostiles, haciendo que las balas sean inofensivas y promoviendo la victoria sin violencia, a través de la misericordia y el amor.  

Los pasajes de la Biblia, especialmente los que hablan de la protección divina, se utilizan como poderosas meditaciones antes de la batalla, ofreciendo fuerza, confianza y la certeza de que Dios está del lado de quienes confían en él. Los mensajes de salvación y protección se encuentran en pasajes que garantizan que Dios luchará por causas justas, proporcionando liberación y seguridad, incluso ante el miedo y la adversidad. La promesa divina es que aquellos que confían plenamente en Dios serán protegidos y guiados por Su sabiduría, fe y poder, independientemente de las circunstancias.  

A.R.Ribeiro.  

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