La historia se centra en un joven muchacho y su reacción a la muerte del padre Flynn, un sacerdote con el que mantenía una relación cercana. A través de conversaciones con su tío y la hermana del sacerdote fallecido, así como a través de la contemplación del cadáver del padre Flynn, el muchacho reflexiona sobre la naturaleza de su relación y las peculiaridades del sacerdote. Joyce utiliza el relato para explorar la complejidad de las emociones humanas, la pérdida de la inocencia y el despertar a las realidades más profundas de la vida, todo ello ambientado en el Dublín de principios del siglo XX.